¿Somos víctimas de nuestros propios éxitos científicos? ¿El análisis de la actividad cerebral hace posible su manipulación y amenaza nuestra privacidad y libertad?
La ciencia ha invertido incesantes esfuerzos para identificar los mecanismos cerebrales que programan nuestras decisiones, y si bien eso ha permitido el diseño de tecnologías que benefician nuestra salud y el diseño de máquinas artificiales al servicio del humano, estos conocimientos también han sido transformados en bienes transables en un mercado explosivo sin límites, como parte de una vorágine vertiginosa donde predecir la conducta humana, desde redes sociales o mercados digitales, se ha incorporado en cadenas comerciales para su uso masivo.
Más que nunca el humano necesita reflexionar y posicionarse en lo ético, social y político en este continuo viaje por las rutas de nuestro cerebro y el uso de tecnologías recolectoras de información cerebral. El futuro ya inevitable de una cultura híbrida máquina/ humano, plantea escenarios poco optimistas y nos hace reflexionar sobre la condición humana, su capacidad de autodeterminación, nuestro bienestar mental y, por cierto, sobre la regulación de nuestros derechos frente al marketing cerebral. ¿Es la Mente Humana predecible? ¿Manipulable? ¿Cuántos grados de libertad nos quedan? ¿Están las decisiones en nuestras manos o en los oráculos digitales inspirados en el cerebro colectivo de millones de individuos? Son las fundamentales preguntas que el neurocientífico Adrián Palacios abordó en esta conversación.
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